Hay poder en la oración. ¡Cada año, como comunidad de la Iglesia, nos reunimos para ayunar y orar durante 21 días para buscar a Dios para el nuevo año!
El ayuno y la oración pueden ayudarnos a escuchar de Dios
El ayuno y la oración pueden enseñarnos a orar con motivos correctos
El ayuno y la oración pueden revelar nuestro pecado oculto
El ayuno y la oración pueden fortalecer nuestra fe
El ayuno y la oración pueden fortalecer la intimidad con Dios